LOS IMPERIOS  DEL FUTURO SERÁN LOS IMPERIOS DE LA MENTE
Juan Enríquez Cabot
La Argentina ya es un país objeto de estudio en los centros  
académicos más importantes del mundo: ¿cómo puede ser que una nación tan
  formidable a comienzos del siglo XX haya retrocedido tanto a comienzos
 del  siglo XXI pese a contar con enormes recursos naturales? La 
exposición que se  publica llega a la conclusión, implícitamente, de que
 la Argentina no es un  país viable, si no produce una Revolución del 
Conocimiento. Una nota para  reflexionar.
En 1900, la Argentina era uno de los países más ricos. Para 1960,  
pese a una serie de gobernantes de cuestionable habilidad, seguía 
siéndolo.  ¿Por qué? Porque en ese momento, 1/3 parte de la economía 
mundial era  agricultura, la 3ra. parte era industria y el resto, eran 
servicios. Y por  servicios, entiendan conocimientos: no son mozos, ni 
gente que hace  hamburguesas. Son personas que sacan patentes, los 
consultores, los que hacen  seguros, los que hacen leyes, investigación 
tecnológica, los que hacen CD's y  programas de computación. 
Avancemos desde 1960 a 1998. El 4% de la economía mundial es  
agricultura, y no porque la agricultura en términos de volumen o en 
términos  numéricos sea menor; sino porque la economía mundial creció a 
tal nivel en los  otros aspectos que la agricultura parece, 
comparativamente, mucho menor. La  industria sigue en el mismo nivel, 
una tercera parte de la economía mundial, y  los servicios ahora son dos
 terceras partes del crecimiento mundial. 
Los servicios se manejan en un idioma, el digital. Esto quiere  decir
 que un joven que no se graduó en la Universidad de Harvard, que sale un
  año antes de lograr su diploma de licenciatura, puede acumular una 
cuenta  bancaria que es el equivalente a todo lo que producen los 
habitantes de Israel  en un año, o Malasia, o Singapur o Venezuela. Y 
que si ese señor se levanta de  mal humor un día y cambia sus cuentas de
 bancos y de seguros, mueve la economía  de un país. Eso significa que 
su compañía, el día que decida moverse de lugar, mueve  una economía del
 tamaño de Canadá. 
Ésa es la diferencia, lo muy distintivo entre la vieja y la nueva  
economía. En una Economía del Conocimiento -donde se puede generar mucha
  riqueza a corto plazo y esa riqueza depende del conocimiento digital- 
la economía  de un país puede desaparecer en una semana. Esto tiene 
serias implicancias para  los países que no entienden por qué tienen que
 darle educación a sus  ciudadanos, por qué hay que darles seguridad y 
por qué hay que respetar los  derechos humanos. 
Es por esas razones por las que, del 100% de jóvenes que China  manda a estudiar a USA, sólo regresa el 15%. 
Mientras tanto, aquellos que siguen produciendo oro, petróleo,  
uranio, trigo o ganado, se vuelven cada día más pobres. Porque en 
términos de  índices económicos, un commodity, un bien básico, una 
materia prima, vale hoy  el 20% de lo que valía en 1845. Y aquellos 
pueblos que siguen tratando de  competir vendiendo materias primas sin 
conocimientos, son cada día más pobres. 
Por eso, los pueblos más ricos del mundo no son los petroleros, a  
menos que uno considere como grandes potencias a la ex URSS, Nigeria,  
Sudáfrica, Arabia Saudita, Irak, Irán, o México. 
¿Qué es lo que está pasando  en América Latina? 
En 1985, México, Brasil, la Argentina y Corea del Sur generaban  más o
 menos el mismo número de patentes anuales que USA. ¿Por qué nos deben  
importar el número de patentes que se generan en USA por año? Porque si 
ésta es  una Economía del Conocimiento y uno no genera conocimientos, ni
 los protege ni  los vende, uno no tiene de qué vivir. La buena noticia 
es que de 1985 a 1998,  el número de patentes generado en México, Brasil
 y la Argentina se duplicó. Ya  estamos generando cerca de 100 patentes 
en cada uno de nuestros países. 
La mala noticia, es que en el mismo período, Sur Corea aumentó de  50
 patentes anuales a 3.400. Que sólo la compañía coreana Samsung es el 
cuarto  productor de patentes totales en USA. 
En Sur Corea ahora se necesitan 13.000 sur coreanos para lograr  una 
patente en USA; pero se necesitan 760.000 argentinos, 1.200.000 
mexicanos y  1.800.000 brasileños. 
Si ustedes me creen que este mundo está transitando de una  economía 
de bienes básicos a una Economía del Conocimiento -y esta es la  
tendencia y estos son los recursos necesarios para patentar algo- 
adivinen qué  país va a ser más rico a corto plazo y qué países van a 
ser cada día más  pobres. 
¿Qué es lo que está pasando  en México? 
México tiene un Tratado de Libre Comercio, ya que abrió sus  
fronteras con USA, y aumentó sus exportaciones. Además, hizo una serie 
de cosas  como los mismos ajustes que están discutiendo en la Argentina.
 
Llevamos 24 años de hacer ajustes, pero tenemos un pequeñísimo  
problema: a la hora de sentamos a ver quiénes ocupan los primeros 15 
lugares de  patentes en México, nos damos cuenta de que son Procter 
& Gamble, 3M, Basf,  Kimberley Clarke, Bayer, Pfizer, Novartis, 
Hoesch, Johnson & Johnson,  AT&T, Samsung, Ely Lilly, Loreal, 
Motorola y Good Year. Todas mexicanas,  ¿verdad? 
Si ésos son los que generan patentes y venden conocimiento,  adivinen
 qué les pasa a los ingresos de los mexicanos, aunque tengan baja  
inflación... 
Y eso ocurre aunque se hagan ajustes financieros y aunque sigan  los 
programas del FMI. La 2da. consecuencia que tiene una economía es que no
 solamente  se puede mover la riqueza física, las cuentas bancarias, 
sino que también se  puede mover la riqueza intelectual. 
Para una persona que habla el lenguaje genético o el lenguaje  
intelectual, la opción de quedarse en un laboratorio en un país que no 
apoya la  creación de nueva riqueza, que no apoya laboratorios, que no 
es competitiva,  que no tiene compañeros con quiénes hablar, no es la 
mejor. 
Muchas veces, Microsoft llega a las mejores universidades y dice:  
"Quiero llevarme a los 10 mejores alumnos a trabajar conmigo".
Para darles un ejemplo, en el Instituto Tecnológico de Monterrey  
-que es una de las más grandes escuelas de México- a los 30 mejores 
alumnos se  los lleva Microsoft una semana, con boleto y todo pago, al 
estado de Washington  (la capital es Seattle); los entrevista durante 
cuatro días y les da tres días  de vacaciones, con las mejores comidas, 
barcos, etc, etc. y acaba contratando a  los mejores muchachos. Lo mismo
 pasa en India, en China: contratan a los  mejores y los concentran. 
Esta economía es portátil. El país que encuentra a los mejores  
ciudadanos de otro país, se los lleva. Son más valiosas esas mentes que 
 llevarse una mina. Más valiosas que quedarse con el petróleo de un 
país. Ésto  es lo que cuenta, y los países que no le pongan atención a 
sus recursos  humanos, a su educación, a su gente que puede generar 
patentes, ideas, empresas  .... acabarán quebrando. 
Veámoslo en términos prácticos: En 1999 IBM generó 2.685 patentes  en
 USA y 167 países del mundo juntos generaron menos; apenas 2.500 
patentes.  Eso quiere decir que una sola compañía puede generar más 
conocimiento y vender  más patentes que 167 países del mundo. 
Ahora, vamos por un nuevo idioma. 
A partir de 1950, dos científicos -Watson y Creek- descifran el  modo
 como se codifica y transmite el código de la vida. Ése, creo yo, fue el
  descubrimiento más importante del siglo, junto con lo que encontró 
Albert  Einstein. 
¿Qué es lo que pasó? Que el costo de codificar un gen bajó de US$  
150 millones por gen a US$ 50 por gen. Cuando uno ve una curva de costos
 que  opera de esta manera, se genera una cantidad de información 
absolutamente  brutal. Hay países, compañías, lugares, que entienden 
este idioma, que están  acumulando patentes en estos idiomas; y también 
hay países que todavía no  entienden que ya se descubrió América. Los 
países que sí lo entendieron y que  lograron mejor tecnología acabaron 
dominando a los que pensaron que se había  descubierto algo que no se 
llamaba América. Por eso es tan importante entender  y hablar estos 
idiomas. 
La persona que descifró el genoma humano -mitad científico loco,  
mitad empresario- se sentó hace tres años y medio y dijo que se le hacía
 muy  lenta esta investigación genética (la que ya estaba en curso), y 
se planteó  hacer la secuencia completa del genoma humano, gesto 
equivalente a que, en  1960, alguien hubiera entrado en la NASA y dicho 
que iba a lanzar un cohete a  la Luna sin financiamiento del Gobierno, 
que lo iba a hacer sólito. 
Cuando lo dijo, hace tres años y medio, todo el mundo se rió y  
retrucaron que "Nosotros, los Gobiernos del mundo de 16 países, 89  
laboratorios, estamos gastando US$ 3.000 millones, y vamos a acabar esto
 antes  del 2005". Y este señor dijo "Yo voy a gastar la décima parte y 
lo  voy a hacer en dos años". Y cumplió. El 12 de febrero de 2001 lo 
hizo.  Este hombre, que hace tres años no tenía ninguna compañía, ahora 
tiene la  computadora privada más grande del mundo, tiene el equivalente
 a seis  bibliotecas del Congreso de USA en información genética en su 
sótano, acaba de  terminar el mapa genético completo de un ratón. 
De las 12 enfermedades principales que primero se publicaron, él  fue
 responsable por la publicación de ocho. Es un hombre que en tres años  
generó una industria que se llama la genómica y que ha dado lugar a una 
serie  de compañías que ahora tienen un valor de mercado similar a lo 
que produce la  Argentina en un año. En su laboratorio para estudiar, 
generar y hacer el mapa  genético humano, trabajaban 47 personas. 
Todo esto ocurre a una velocidad inmensa, al 50% más rápido de lo  
que sucedió la Revolución Digital, y es una revolución que va a cambiar 
la  manera de cómo vemos y entendemos la vida en este planeta. Está 
cambiando no  sólo en términos de la genética, sino en los términos de 
casi cualquier industria  que ustedes quieran ver y, sólo como ejemplo 
les digo que el principal programa  que tiene hoy en día IBM para nuevas
 computadoras no es para Internet sino para  la genética y se llama 
"Blue Jean". 
El principal programa que tiene Hewlett-Packard (está la  publicidad 
en las calles) tiene la doble hélice del ADN. Si hablan con una  
farmacéutica les dirá que es la genética lo que está empujando la 
medicina; si  lo hacen con una química como Dupont, les dirá que es la 
genética lo que está  empujando toda su industria. Por eso Pioneer se 
vuelve parte de Dupont, y por  eso las grandes compañías de semillas del
 mundo fueron compradas por  farmacéuticas o por químicas, porque una 
semilla se vuelve un disco digital; y  entonces uno puede reprogramar la
 vida dentro de una manzana o de una naranja,  y eso es lo que será la 
economía mundial. 
El año pasado, por primera vez en USA, el número de patentes  
biológicas y de biotecnología excedió el número de patentes de 
computadoras y  telecomunicaciones. 
Mientras tanto nosotros, en América Latina, en México por ejemplo,  
seguimos exportando cada vez más y tenemos un salario mínimo que es el 
27% de  lo que ganábamos en 1976. Esto sucede país tras país, tras país:
 entra un  ministro de Economía o de Finanzas, sale un ministro de 
Economía o de Finanzas;  entra un Presidente, sale otro Presidente y el 
país es cada vez más pobre. No  porque el que entra sea más tonto, sino 
porque la agenda de desarrollo  económico es equivocada, porque seguimos
 discutiendo si vamos a hacer una  fábrica, una represa o un puerto. 
Nada de eso importa hoy: Lo que importa hoy son las mentes, la  
educación, la ciencia. Importa que esas mentes puedan proteger y vender 
 conocimientos al resto del mundo. Los países que entendieron esto, como
  Singapur, son los países que van a dominar el planeta; y les recuerdo 
que en  1965 el 1er. Ministro de ese país -que era bastante más pobre 
que la Argentina-  se reunió con el 1er. Ministro de su vecino, Malasia y
 le pidió que absorbiera  su país, su bandera y su Constitución, porque 
no era viable como nación.  Malasia no estaba convencido. Les recuerdo 
que hoy Singapur tiene un ingreso  per capita similar al de USA. En el 
ínterin, produjo una reconversión  fenomenal. Malasia se debe haber 
arrepentido muchísimo. 
También en México privatizamos: de 1.155 empresas que teníamos,  nos 
quedamos con 206 y por la venta de unas 900 obtuvimos US$ 24.000 
millones.  Pero se nos olvidó que una vez que se privatiza también hay 
que regular y hay  que cuidar que la gente se porte bien, aún en el 
sector privado. No regulamos  los bancos y tuvimos una pequeña crisis 
bancaria que nos costó US$ 105.000  millones, el 18% del PBI. 
Otra razón por la que México no tiene ahora un ingreso per cápita  
similar al de Corea, otra razón por la que México -después de 24 años de
  reestructuraciones y 4 ministros de Economía o de Finanzas que han 
sido luego  presidentes- tiene una deuda externa que cada vez crece más 
con relación a su  producto nacional bruto; otro motivo por el cual en 
la Argentina, Uruguay,  Brasil y México el PBI per cápita no aumentó 
entre 1980 y 1994, mientras que sí  lo hizo en Mozambique y Pakistán. 
Afirmaba Einstein en los  años 40: "Todos los imperios del futuro van
 a ser imperios del  conocimiento, y solamente serán exitosos los 
pueblos que entiendan cómo generar  conocimientos y cómo protegerlos; 
cómo buscar a los jóvenes que tengan la  capacidad para hacerlo y 
asegurarse que se queden en el país. Los otros países  se quedarán con 
litorales hermosos, con iglesias, minas, con una historia  fantástica; 
pero probablemente no se queden ni con las mismas banderas, ni con  las 
mismas fronteras, ni mucho menos con un éxito económico". 
sábado, 15 de febrero de 2014
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LOS IMPERIOS DEL FUTURO SERÁN LOS IMPERIOS DE LA MENTE
by
Jose Alberto
on
febrero 15, 2014
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